Comunidad Judía

Autores/as: Camila Gómez, Flavio Carrera, Juan Francisco Aguirre,
Karen Flores, Priscila Moreno y Sara Tilleria-Durango

Comunidad Judía

Autores/as: Camila Gómez, Flavio Carrera, Juan Francisco Aguirre,
Karen Flores, Priscila Moreno y Sara Tilleria-Durango

La historia
de la comunidad Judía
del Ecuador es una ventana que nos permite entender los conflictos actuales desde este pasado, que teje y une a Ecuador con Europa, a las religiosidades Católicas y Judías, a encuentros y desencuentros culturales.

El cónsul de Ecuador en Bremen José Ignacio Burbano Rosales y el cónsul de Ecuador en Estocolmo Manuel Antonio Muñoz Borrero gestionaron 180 visas ecuatorianas para personas Judíos que huían de la segunda guerra mundial. Para hacerlo, arriesgaron sus vidas mientras confrontaban las restricciones, y después las prohibiciones emitidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la época. En el 2011, el Cónsul Borrero recibió el galardón de más alto rango del estado de Israel, el premio

“Justo entre
las Naciones”
por el Museo del Holocausto en Jerusalén. Yad Vashem
El trabajo de los cónsules Manuel Muñoz Borrero y José Ignacio Burbano a favor de las personas Judías demuestra que sus valores humanitarios estaban primero que las políticas del Gobierno Ecuatoriano de turno. Sin duda, sus decisiones trascienden la época y se reflejan en la vida de las personas rescatadas y de sus generaciones hasta el día de hoy. Además, a sabiendas de que ciertas figuras políticas tales como el entonces Ministro de Relaciones Exteriores,  se mostraron cercanos hacia el gobierno de A. Hitler.

El cónsul de Ecuador en Bremen José Ignacio Burbano Rosales y el cónsul de Ecuador en Estocolmo Manuel Antonio Muñoz Borrero gestionaron 180 visas ecuatorianas para personas Judíos que huían de la segunda guerra mundial. Para hacerlo, arriesgaron sus vidas mientras confrontaban las restricciones, y después las prohibiciones emitidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la época. En el 2011, el Cónsul Borrero recibió el galardón de más alto rango del estado de Israel, el premio

“Justo entre
las Naciones”
por el Museo del Holocausto en Jerusalén. Yad Vashem
El trabajo de los cónsules Manuel Muñoz Borrero y José Ignacio Burbano a favor de las personas Judías demuestra que sus valores humanitarios estaban primero que las políticas del Gobierno Ecuatoriano de turno. Sin duda, sus decisiones trascienden la época y se reflejan en la vida de las personas rescatadas y de sus generaciones hasta el día de hoy. Además, a sabiendas de que ciertas figuras políticas tales como el entonces Ministro de Relaciones Exteriores,  se mostraron cercanos hacia el gobierno de A. Hitler.
Judíos
en Ecuador
Las personas Judías que lograron sobrevivir y obtener una visa para llegar al Ecuador, lo hicieron bajo la condición de dedicarse únicamente a trabajar en la agricultura, sector considerado prioritario por el gobierno Ecuatoriano. Para muchos, fue difícil reconciliar estas nuevas labores con las actividades de formación técnica y profesional que tenían en Europa.

Con el tiempo, rompieron el término de la visa y comenzaron a trabajar como pequeños vendedores ambulantes. Varios se convirtieron en grandes comerciantes, introdujeron nuevas ideas de mercado como: abrir vitrinas, la venta a plazos, la entrega a domicilio, el servicio de lavado de prendas en seco, las bolsas de papel que reemplazaron los papeles periódicos que se usaban para empacar, trajeron las primeras computadoras. Además fundaron la farmacéutica LIFE en Ecuador, la Clínica San Francisco, el Colegio Einstein, la Casa de la Música, el Quicentro, el Condado, Mi Comisariato, entre muchas más.

Aunque la adaptación inicial de las comunidades Judías al Ecuador fue dificultosa por la precariedad de las condiciones del país al momento, adicional a las diferencias culturales, climáticas, profesionales, lingüísticas, entre otras, la comunidad Judía Ecuatoriana es en la actualidad un ejemplo de recursividad, y emprendimiento, con grandes aportes al país. El denominador común entre la comunidad Judía en Ecuador es precisamente una historia migratoria de esperanza e integración.

“El Judío ecuatoriano es laico, es muy patriota, y tiene una identidad Judía muy fuerte, que no quiere que se pierda. Pero su identidad no está basada ni en el sionismo ni en la religión, está basada en la historia. Acá la CJE es muy conectada a la historia.

Entonces cada niño le vas a preguntar sobre sus abuelos, bisabuelos, y ellos van a decir detalles. El hecho de que yo soy Judío, el hecho de que mis abuelos pasaron el Holocausto, esto es mi identidad Judía… Algo muy particular de esta comunidad es esto, una identidad Judía no basada ni en el sionismo ni en la religión”.

(Rabino Max Godet, Entrevista Personal, 2015).

Alma Judía

Existen varias posiciones frente a la identidad Judía. Por una parte, los Judíos ortodoxos consideran que el alma judía (Neshamá) se hereda por vía materna (matrilinialidad). Por lo tanto es Judío/a quien nace de una madre judía aún si el padre no lo es. Esto es conocido como la “Ley del vientre”.

Alma Judía

Existen varias posiciones frente a la identidad Judía. Por una parte, los Judíos ortodoxos consideran que el alma judía (Neshamá) se hereda por vía materna (matrilinialidad). Por lo tanto es Judío/a quien nace de una madre judía aún si el padre no lo es. Esto es conocido como la “Ley del vientre”.

“Yo soy Judío porque mi madre es Judía. Soy Judío por herencia cultural pero no sigo la religión Judía, no voy a la sinagoga ni participo de las ceremonias rituales. Yo no decidí ser Judío, a mi me vino por herencia”.

Joven judío entrevistado

Ser judío

Entonces, si un hombre se casa con una mujer no Judía está rompiendo la perpetuación de la cadena judía milenaria.

Los ortodoxos que apoyaban la “Ley del Vientre”, esperaban que esta ley desmotive a los hombres judíos a formar un matrimonio con mujeres no judías, pero actualmente 72 de cada 100 judíos/as se casan con parejas no Judías.

Los Judíos reformistas argumentan que es necesario eliminar la “Ley de vientre” y consideran judíos a los hijos de matrimonios mixtos para no alejar a los jóvenes judíos.

Ortodoxos y Reformistas están de acuerdo en que se puede ser judío/a tras un proceso de conversión.

Ser judío

Entonces, si un hombre se casa con una mujer no Judía está rompiendo la perpetuación de la cadena judía milenaria.

Los ortodoxos que apoyaban la “Ley del Vientre”, esperaban que esta ley desmotive a los hombres judíos a formar un matrimonio con mujeres no judías, pero actualmente 72 de cada 100 judíos/as se casan con parejas no Judías.

Los Judíos reformistas argumentan que es necesario eliminar la “Ley de vientre” y consideran judíos a los hijos de matrimonios mixtos para no alejar a los jóvenes judíos.

Ortodoxos y Reformistas están de acuerdo en que se puede ser judío/a tras un proceso de conversión.

Conversión

El «Guiur» (conversión) para las mujeres consiste en un proceso de formación de dos años en donde se estudia la Torá (libro sagrado) y finalmente un Tribunal Rabínico legitima la conversión.

Los hombres deben cumplir requisitos adicionales como ser circuncidados y realizar un baño ritual llamado “Mikve”.

En Ecuador no existe un Tribunal Rabínico, por lo que los aspirantes a conversos tienen que viajar a países como Argentina, Perú, México o Estados Unidos.

Grandes pensadores judíos del medioevo afirmaron que quien se convierte, adquiere un nivel espiritual mayor y más elevado que el judío de nacimiento, por elegir voluntariamente esta forma de vida.

Conversión

El «Guiur» (conversión) para las mujeres consiste en un proceso de formación de dos años en donde se estudia la Torá (libro sagrado) y finalmente un Tribunal Rabínico legitima la conversión.

Los hombres deben cumplir requisitos adicionales como ser circuncidados y realizar un baño ritual llamado “Mikve”.

En Ecuador no existe un Tribunal Rabínico, por lo que los aspirantes a conversos tienen que viajar a países como Argentina, Perú, México o Estados Unidos.

Grandes pensadores judíos del medioevo afirmaron que quien se convierte, adquiere un nivel espiritual mayor y más elevado que el judío de nacimiento, por elegir voluntariamente esta forma de vida.

Sinagoga

Significa en hebreo “Casa de Asamblea” que es un lugar de reunión, culto y estudios.
A la entrada del templo hay siempre un pergamino con dos versículos de la Torá, se llama “Mezuzah”. Una parte del primer versículo dice:

«Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno (…) Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con todas tus fuerzas».

Al entrar en la sinagoga la gente toca y besa el pergamino. Cada viernes la sinagoga recibe a quienes llegan a celebrar el Sabbat, el séptimo día de la semana en donde se descansa, así como Dios lo hizo después de la creación.

Sinagoga

Significa en hebreo “Casa de Asamblea” que es un lugar de reunión, culto y estudios.
A la entrada del templo hay siempre un pergamino con dos versículos de la Torá, se llama “Mezuzah”. Una parte del primer versículo dice:

«Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno (…) Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con todas tus fuerzas».

Al entrar en la sinagoga la gente toca y besa el pergamino. Cada viernes la sinagoga recibe a quienes llegan a celebrar el Sabbat, el séptimo día de la semana en donde se descansa, así como Dios lo hizo después de la creación.
La vestimenta
Dentro de la sinagoga los hombres (niños y ancianos) usan el “Kippa”, un gorro que cubre la coronilla de la cabeza y simboliza la presencia de Dios. Algunos hombres también usan un manto blanco con bordes azules llamado “Talit” debajo de la ropa.

Las mujeres se visten con cualquier prenda que cubra sus hombros y pecho. Al finalizar la ceremonia se dicen unos a otros “Shabbat Shalom” que significa “buen descanso”.

La vestimenta
Dentro de la sinagoga los hombres (niños y ancianos) usan el “Kippa”, un gorro que cubre la coronilla de la cabeza y simboliza la presencia de Dios. Algunos hombres también usan un manto blanco con bordes azules llamado “Talit” debajo de la ropa.

Las mujeres se visten con cualquier prenda que cubra sus hombros y pecho. Al finalizar la ceremonia se dicen unos a otros “Shabbat Shalom” que significa “buen descanso”.

Las mujeres

En Ecuador, las mujeres no tocan la Torá, ni dirigen ceremonias. Ellas son las encargadas de encender las velas en los ritos. Para las personas Judías las mujeres tienen la “ishá” que se traduce como “el fuego de Dios”. Son espirituales por naturaleza y están siempre cerca de Dios (por eso heredan el alma judía a sus hijos).  No están obligadas por ello a asistir a la sinagoga. Los hombres en cambio si están obligados a ir al templo pues necesitan buscar la espiritualidad constantemente.

“La mujer nace con un alto nivel de percepción, creemos que esto es necesario porque es la jefa de la casa… la jefa, si es la mujer… la mujer necesita de percepción y el hombre tiene una inclinación más grande para lo que es el conocimiento, pero conocimiento que no es mezclado con sentimientos. Ese es el motivo por el cual las mujeres en la ley judía no son juezas… los hombres son jueces.

Hubo una excepción que fue Débora, la profetisa en la Biblia, pero en toda la historia Judía las mujeres no son ni rabinos, ni jueces. La mujer tiene un auto nivel de percepción, todos los factores externos para desarrollar la espiritualidad la mujer no lo necesita, sean los Tefilin (filacteria), el Talit, todo lo que es externo la mujer no necesita”.

(Rabino Max Godet, Entrevista Personal, 2015).

El libro

Esta página web es parte de un libro donde se pueden encontrar las investigaciones completas de las Espiritualidades en Quito, Ecuador.

Para adquirir el libro, y para distribución contactar a Fabián Luzuriaga.
fluzuriaga@usfq.edu.ec

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